martes, 25 de noviembre de 2014

Podemos, ¿perdemos?

Aire fresco ¿fresco? los pregoneros son jóvenes, pero el discurso tiene caspa (no casta) porque está a tope de demagogia barata y populismo empalagoso. Las cosas van mal, algunas mejor, otras regular, y las hay que muy mal. 

Ocurre que antes, con Zapatero, para estos chillones demagogos todo era maravilloso y no había que protestar, y eso suena a chiste. Los revolucionarios de pro, los que claman justicia y están por el progreso y la limpieza democrática, tienen que reivindicar siempre, y no sólo cuando "mandan los otros". Podemos mejorar las cosas, podemos hacer un mundo mejor, pero eso hay que hacerlo desde la ética, la moral, la elegancia, el respeto, la verdad y el mejor espíritu democrático.

¿Cómo se puede decir que ahora el miedo cambiará de bando? ¿Cómo se puede ofender a todo el mundo presentándose como los salvadores de todo? Para eso habría que empezar respetando, hablando con educación, inspirando confianza. Cualquier español de bien sabe que es necesario mejorar muchas cosas. Urge un cambio a grandes niveles. Entre todos, PODEMOS hacerlo, pero siempre desde el respeto y la educación, no con amenazas y dividiendo. 

La juventud tiene que repasar un poco la historia reciente de España, y saber qué pasó allá por 1931 por ejemplo. Enterarse bien qué hizo la izquierda y qué hizo la derecha de aquellos años. Qué hicieron los jóvenes españoles de aquellos años difíciles, y qué pasó con el respeto a los valores tradicionales de España, y qué se hizo con las cosas sagradas, con la religión, y cómo se alteraron resultados electorales, y cómo y porqué se produjo el "golpe de Estado del 36".

Desde el conocimiento de aquellas circunstancias, tal vez los "podemos" se mostrarían mucho más prudentes, más educados, más sosegados, más respetuosos. Ni la derecha ni la izquierda son perfectas, ni ellos tienen la solución a los problemas. Venimos de unos años bastante malos y ahora mismo hay políticos de todos los

partidos, inteligentes, buenos, trabajando por mejorar las cosas... y poco a poco, muchas cosas están mejorando. Hacen falta jóvenes idealistas, valientes, preparados, dispuestos, patriotas y honrados que quieran ayudar a construir una España mejor. Sobran gritos revanchistas, amenazas, provocaciones, actitudes de revolución y vulgaridad. PODEMOS hace que muchas cosas mejoren, pero eso se hace con otro estilo, no desde el insulto y los malos modos. 

Reflexión: vamos a suponer que estos jóvenes salvadores solucionan el tema económico tirando por el camino recto, que ellos dicen conocer como nadie. ¡Se acabó la política de los  de la casta! ¡Vivan los nuevos tiempos de la democracia renovada y tal y cual! pero veamos: ¿Qué piensan hacer estos jóvenes revolucionarios con las  costumbres tradicionales de la religiosidad popular en toda España? ¿Que piensan hacer con los tratados con la Santa Sede?. ¿Qué planes de educación van a implantar? ¿Qué conceptos tienen sobre lo que es la auténtica libertad, basada en los principios clásicos del humanismo cristiano, que es el que suele regir en los países más civilizados de esta parte del mundo?. ¿Qué piensan hacer con el aborto, las drogas, la prostitución, las buenas costumbres, el sentido de Patria, la cultura, la libertad religiosa, las relaciones internacionales, el ejército, etcétera? 

No sólo hay que solucionar el tema económico -es mucho suponer que ellos lo solucionen según sus métodos-, pues hay muchas otras cuestiones que también influyen en la vida de una comunidad. Así pues, jóvenes entusiastas, un poco de prudencia. No todo lo que hacen estos es malo, ni todo lo que vosotros haréis será perfecto. Cada grupo político tiene sus métodos, y el ideal está por venir. Bien que los jóvenes tomen el relevo ¡claro!, pero no despreciéis a los que ya llevan años trabajando por los demás. Si no entráis a la política con buenas formas, con respeto, mesura, inteligencia, prudencia y humildad, os convertiréis en JODEMOS, y eso es lo que menos necesita una España muy capaz, pero muy maltratada por unos y otros. 

Soy del Madrid desde 1956, pero tengo mucho respeto por el Barcelona, que tras mi equipo, es el mejor del mundo y tiene una historia fantástica. Lo mismo diría en política. Para los de mi tiempo, para los mayores, la base está en EL RESPETO. Y de momento, este movimiento de jóvenes tan animoso y tan apasionado, lo del respeto no lo está llevando bien... y eso no es bueno para nadie.

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